Descripción
No siempre es fácil sacar lo que llevamos dentro, poner nombre a los sentimientos es algo que se hace frecuentemente, pero a la hora de hacernos sentir, a la hora de mostrarnos a los demás y sacar aquello que nos llena de latidos el pecho, que nos llena de entusiasmo, de amor, de tristeza o de todas esas emociones que se agolpan como queriendo salir todas a la vez, sin sentido o sin lógica aparente, contradictorias o no, nos quedamos bloqueados, sin palabras que salgan de nuestra boca y alivien el torbellino que llevamos dentro. Es entonces cuando escuchas una canción o lees aquello que quisieras expresar, y es cuando sientes que por fin te puedes hacer entender mediante esos medios dedicando una canción, un escrito o sencillamente se abre esa puerta cerrada delante de ti y los sentimientos comienzan a danzar entre tus dedos convirtiéndose en palabras, en un baile de sonidos que fluyen entre el pensamiento y corazón, que se posan en formas mágicas, que van formando la expresión de aquello que queremos que sientan quienes nos leen o nos escuchan.Cuando los sentimientos se visten de palabras y son capaces de llegar al corazón, al pensamiento, de acariciar el alma de aquellos a los que hemos llegado en toda nuestra esencia, es cuando sentimos ese alivio de compartir lo que nos brota desde el alma haciendo vibrar otra alma, y conseguimos esa entrega de emociones y esa liberación.Por ello he querido recoger todos esos sentimientos que he ido depositando como caricias entre los que me han conocido: familiares, amigos, conocidos, aquellas personas que han hecho brotar en mí sentimientos profundos, que necesitaban salir vestidos de palabras y mostrarse al descubierto sin miedo.