Descripción
Marisol Téllez pudo haber conocido a Federico García Lorca. Los jóvenes de ambas familias andaluzas coincidían en el Madrid de los años 20. Compañeros de aulas, amistades e intereses hacia el fin de la guerra civil, junto a tantos otros, se dispersaron al salir a un exilio obligado. Téllez tenía apenas dos años de edad. Tragedia que se convirtió en la referencia constante entre las amistades que después frecuentaban las varias casas del exilio familiar, primero en México y luego en Chile. De allí nació la admiración por el poeta, y también una enorme curiosidad por las circunstancias de su obra. Y sobre todo, el papel destacado que en su génesis adquieren las mujeres de la casa: su madre Vicenta, sus nodrizas y criadas, pero también la primera mujer de su padre, doña Matilde, a quien no conoció pero escribió una vez sobre su retrato que podría haber sido mi madre.Marisol Téllez, médico cirujano, hizo sus estudios en Chile. Investigando en documentos y testimonios de quienes conocieron al poeta, y hablando con familiares y amigos, Téllez aventura probablemente por primera vez hasta qué punto las tres madres pueden haber tenido influencia decisiva en algunos de los temas centrales de la obra de García Lorca.