Descripción
El exilio fue consecuencia del régimen de represión instaurado en 1939, y es complicado buscarle una fecha de caducidad; desde luego, no cabe situarse en 1975. España había levantado su gran muralla contra el caos: los marxistas, los masones, los ateos, los librepensadores, los demócratas, los liberales, los homosexuales, las feministas; y cualquier muro, es obvio, encierra por separado a los de adentro y a los de fuera. El exilio fue una irregularidad que dejó una sustanciosa marca de disidencia en la literatura; pero, sobre todo, condenó al silencio a un número indeterminado de posibles escritores. Al enfrentarme al tema del exilio interior en la poesía española, no he podido evitar que mi relación personal con quienes nombro me produzca un pellizcamiento extraño, un sobrecogimiento del corazón. Me cuesta sobremanera verlos entonces y tan próximos; con dificultad, los relaciono con esa larga intrahistoria de penalidades, de apencar con lo que se viene encima, de ser también en la Literatura los vencidos.