Descripción
PrólogoSiempre es un honor que el autor invite a prologar su obra y así, desde estas páginas, lo reconozco y agradezco. Es sabido que escribir un libro es un ejercicio intelectual que requiere responsabilidad, amplio conocimiento de la temática y generosidad hacia los futuros lectores con quien el autor comparte, además de hallazgos y evidencias documentadas, sus inquietudes y reflexiones sobre el tema, tal como ocurre en este caso.Mucho se ha escrito y publicado sobre hiperactividad, impulsividad y dificultades atencionales, problemas centrales sobre los que se asienta el TDAH. Trastorno que, por otro lado, conlleva severas consecuencias para los afectados en el ámbito escolar, familiar y social. Su problemática no resulta ajena a padres y profesionales implicados en la educación y atención sanitaria a los niños y adolescentes. Desde hace décadas el trastorno por déficit de atención con hiperactividad es objeto de estudio y exhaustivo análisis atendiendo a diversas perspectivas científicas y profesionales. Sus síntomas, formas de presentación, características y efectos se encuentran ampliamente descritos en la bibliografía científica y en numerosas publicaciones de carácter divulgativo, en las que se indaga sobre el diagnóstico y tratamiento de este trastorno crónico, comórbido, heterogéneo sintomatológicamente y difícil de diagnosticar y tratar.Así pues, tratándose de un trastorno ampliamente documentado cabe preguntarse en este momento. ¿Cuáles son los aspectos de interés o novedosos que aporta este libro al lector? En primer lugar, la perspectiva adoptada. Refiriéndonos al TDAH son habituales los textos que exponen y desarrollan conocimientos y avances que la ciencia ha procurado sobre áreas prioritarias de interés: etiología, sintomatología, diagnóstico y modalidades terapéuticas.Este planteamiento tradicional responde a un claro intento por proporcionar a la sociedad fuentes documentales fidedignas que ayuden a comprender y explicar el trastorno, haciendo posible llevar a la práctica actuaciones eficaces en aquellos ámbitos en los que se han constatado las consecuencias adversas que conlleva para el niño, familia y escuela. Otras publicaciones, sin embargo, otorgan la voz a las familias, a los padres, quienes, tras reflejar los obstáculos y dificultades de comprensión que, con frecuencia, encuentran en el entorno social más próximo, se muestran preocupados por el futuro y el devenir de sus hijos hiperactivos en el colegio y respecto a las relaciones con sus iguales.Ahora bien, el libro que usted lector tiene en sus manos se distancia de los planteamientos conocidos y refleja un ejercicio descriptivo excelente pues, desde la perspectiva del profesor/tutor, el autor narra cómo ha sido la trayectoria de un alumno con TDAH y su familia. Las inquietudes de sus padres, sus esfuerzos diarios por encontrar vías de solución y alternativas para los múltiples problemas y dificultades a las que han de hacer frente, así como la preocupación del profesorado, implicado no solo en el progreso académico del alumno, también en su bienestar psicológico.En segundo lugar, el libro es excepcional porque a esta primera parte le sigue y complementa una segunda en la que el autor, con acierto, plantea el problema desde la óptica de quienes, de un modo u otro, están en contacto con la realidad y cotidianidad que conlleva el TDAH. La percepción y narración en primera persona del propio afectado/a, sus padres, compañeros, profesores, etc. facilita, sin duda, la comprensión de un trastorno que, paradójicamente, pese a ser muy conocido resulta incomprendido para muchos y pendiente de respuestas para otros. En todo caso, es infrecuente que estas personas tengan voz en un libro sobre TDAH, sin embargo, incluir las impresiones y reflexiones que su proximidad al tema ha generado, enriquece el texto y nos aporta una visión más cercana del trastorno, considerado a menudo como un problema con muchas aristas y vertientes abiertas que dificultan la acción clínica y educativa.En tercer lugar, destaca el estilo literario a través del cual se expone un contenido difícil y complejo desde el punto de vista técnico y científico. No cabe duda, que su autor, además de conocer, por su dilatada experiencia como profesor, tutor y también incansable divulgador de la problemática que aquí nos ocupa, logra mantener la atención y el interés del lector, aunque este pudiera no ser experto y/o conocedor del TDAH.Por todo ello, se trata de un libro que animo a leer pues, desde el rigor del conocimiento, aborda el trastorno según el punto de vista de los afectados, mostrando un gran respeto hacia quienes lo padecen, al tiempo que constituye una llamada de atención para aunar esfuerzos e iniciativas que ayuden a los niños afectados en el medio escolar.Estoy segura de que la satisfacción que la lectura de este libro proporcionará a los numerosos lectores interesados por esta problemática significará la recompensa y el merecido reconocimiento al trabajo de su autor, a quien desde aquí felicito por su compromiso y dedicación activa a sus alumnos hiperactivos.Inmaculada Moreno García. Prof.a Titular de la Universidad de SevillaIntroducciónSon ya muchos los años que he dedicado a la docencia y muchos también los cursos de formación de todo tipo realizados en ese tiempo, aparte de lo estudiado en su momento en las aulas de la universidad. Debo reconocer que en mi caso, ni en la carrera de Magisterio en la entonces Escuela de Formación del Profesorado, ni en la de Ciencias de la Educación, más conocida como Pedagogía, tengo hoy conciencia de que se dedicara una parte exclusivamente a un tema como la hiperactividad. Fue necesario que un buen día me tocara en suerte ser tutor de un niño que no paraba; recuerdo que se llamaba Pedro. Desde aquel día hasta hoy, mi preocupación por este tema ha sido constante. Primero fue buscar un libro que me ayudara a saber qué le pasaba a mi alumno. Poco después fui descubriendo el amplio campo que el TDAH abría ante mí y no dudé en ocuparme de él para aprender todo lo posible, pues aunque todo el mundo dice saber de qué estamos hablando se da todavía un desconocimiento mayor del que sería deseable. Pero en realidad, el tener cada año más alumnos con este tipo de trastorno ha sido lo que me ha empujado a querer aprender cada día un poco más. La motivación para seguir profundizando surge al ponerles nombres y apellidos.La idea de escribir estas páginas surgió con el fin, por una parte, de dar a conocer de manera sencilla, pero clara, las preocupaciones de las familias y el calvario que muchas veces les supone encontrar un camino hacia la solución que les permita a ellas y a sus hijos e hijas alcanzar, poco a poco, una mejor calidad de vida y, por lo tanto, de felicidad, que el TDAH no tiene por qué erradicar de su horizonte. Por otra parte, hacer reflexionar a todos cuantos somos parte en cierto modo de este trastorno para que vayamos avanzando por el bien de todos.El libro está dividido en dos partes claramente diferenciadas. La primera es un relato muy simple encaminado a la consecución del primer objetivo propuesto. Es la historia de Juan, un niño que puede ser cualquiera de nuestros hijos, alumnos, pacientes, etc. Tras él hay una historia que todo TDAH suele arrastrar y que nadie mejor que sus padres nos podría contar. Una madre preocupada y la suerte, que no debería de ser tal en la mayoría de las ocasiones, de encontrar a una serie de profesionales en todos los ámbitos, que hace que por fin se hallen vías de solución a una situación que no afecta solamente en los logros académicos, sino también en el plano afectivo y el desarrollo emocional del joven, así como en las relaciones familiares. Una cuestión que muchas veces desde la escuela no se ve y de la que, ni tan siquiera, aunque pueda vislumbrarse, se tiene la menor idea del alcance real que puede llegar a tener.La segunda parte la conforma una recopilación de opiniones individuales de personas involucradas en la situación, problema en un primer plano de actuación, invitando al lector a la reflexión antes propuesta. Cada una de ellas está escrita desde el corazón y los sentimientos, pues desde el conocimiento se ha escrito y se escribe mucho cada día sobre este tema. Desde el niño, sus padres, profesores, pediatras, psicólogos, etc., implicados en mayor o menor grado en el llamado tratamiento multimodal para aunar los esfuerzos de todos, por el bien de los afectados, consiguiendo normalizar en lo posible el día a día desde el exhaustivo conocimiento del tema.Las personas que han colaborado en esta segunda parte, lo han hecho con gran entusiasmo e interés, tratando de aportar también su granito de arena para que se conozca cada vez mejor el trastorno. Todas ellas, en el momento de realizar su amable colaboración, estaban ocupando un determinado puesto que hoy, al pasar ya algún tiempo hasta su publicación, algunas ya han abandonado. Los niños también han crecido y avanzado. En cualquier caso, deberían ser simples muestras, figuras de nuestra sociedad que pueden hacer mucho por los afectados por el TDAH. Por todo esto, que no ocupen actualmente el mismo puesto no es relevante para nuestra historia, pues otros ocupan hoy su lugar y las funciones que desarrollan deberían ser las mismas que las de sus antecesores, cada uno a su nivel como alumno afectado, compañero, director, pediatra, gestor de una asociación o cualquiera de los cargos o puestos que se nombran, como representación del espectro social en el que se mueve el niño con el trastorno. Las ilustraciones que encabezan cada uno de los capítulos, han sido realizadas por alumnos, que con el trastorno unos y sin él otros, quisieron participar en la aventura que supone escribir un libro. Desde aquí, mi máximo agradecimiento a todos ellos y, a todas las personas anónimas a las que en realidad representan.He tratado de dar una visión que todo el mundo pueda asumir, desde los mismos niños hasta cualquier profesional, por lo que he evitado en lo posible complicar el caso de Juan y no he creído necesaria, por la simplicidad con que lo he tratado, la aparición de psiquiatras, neurólogos y otros profesionales que en muchos casos se ven obligados a intervenir y que son realmente importantes para conseguir los objetivos antes citados, puesto que la comorbilidad del trastorno es alta y el caso de un TDAH prácticamente puro, como podríamos calificar al que nos ocupa en estas páginas, es casi inexistente en la realidad de nuestra práctica diaria.Creo igualmente necesario decir que he encontrado en mi camino hasta llegar aquí un problema que debería tratar de solucionarse con urgencia por parte de algunos profesionales. Desde que el niño es visto en el centro educativo como posible TDAH, los caminos que debe seguir no están nada claros, encontrándose posturas radicalmente opuestas entre los distintos profesionales, todas ellas válidas según el criterio seguido. Esto crea un gran desconcierto y a veces desconfianza en las familias ante las propuestas que se les hacen por haber vivido otras anteriores o por comparación con otros casos que conocen de su entorno más cercano.El libro agota sus páginas con una carta que me llegó días después de comunicarme la publicación del mismo. La envió el padre de un hijo con TDAH. En ella trata de agradecerme, desde el corazón de un niño inexistente que representa a todos los alumnos a los que alguna vez he podido ayudar, la labor que día a día trato de realizar desde mi trabajo a pie de aula por quienes sufren las consecuencias de este trastorno. La he querido incluir junto con todas las colaboraciones, a pesar de no ser solicitada, por su valor testimonial, para animar a cuantos trabajamos por ellos, porque el agradecimiento sincero que brota del cariño es el mejor pago a nuestra, muchas veces, desconocida labor. Para mí, fue uno de los mejores regalos recibidos en mi carrera profesional.Para concluir, decir que espero que este libro sea un granito más de arena en la inmensa playa que es el TDAH, y que solo con la unión de todos en cada uno de los casos será posible seguir avanzando.Fco. Javier Lozano