Descripción
Algunos psicoanalistas son reconocidos como maestros en su campo, otros son alumnos. Este vínculo entre ellos, distinto al de la relación analítica, empuja por sí sólo al psicoanálisis a los brazos de la universidad. Ahí se transmite lo que se llama una enseñanza.Por otra parte, pueden distinguirse varias maneras de enseñanza. Sin embargo, en el campo freudiano se evidenció más francamente que en otras partes una relación maestro/alumno que se reconoce sexuada.Así, Jacques Lacan tuvo lo que llamó haciendo uso de un posesivo mis alumnos. Según él: unos erizos.Schopenhauer se había referido a la engorrosa copulación de los erizos, seguido muy pronto por Freud que, yendo a los Estados Unidos, declaró que iba a encontrarse allí con los wild porcupines; los mismos que deseaba unir a su causa.Esta obra es continuación del libro El psicoanálisis, ¿es un ejercicio espiritual? Respuesta a Michel Foucault (El cuenco de plata, 2007) del mismo autor.