Descripción
No son las crónicas de los desenlaces sino las crónicas de las vísperas, cuando la fantasía corre vertiginosa por la banda y la ilusión remata de cabeza. No hace falta ser hincha de uno u otro, pues un clásico es la cifra de todos los clásicos. Parafraseando a Borges, sólo cambian las camisetas y los nombres propios.Cuando Djukic marró aquella pena máxima no existía internet. Sin embargo, solamente en You Tube su fallo ya ha sido visto más de un millón de veces. Si Djukic fuera el único que lo ha visto repetido hasta la náusea, estaríamos ante el sentimiento trágico de la vida. Mas si esa cifra equivale a un millón de amarridos seguidores, queda demostrada la existencia del sentimiento trágico de la Liga.