Descripción
Entender a la organización solidaria, representada por múltiples manifestaciones empresariales como las diversas clases de cooperativas, fondos de empleados o asociaciones mutuales, entre otras, es reconocer que existe otra forma posible de interactuar en los mercados y de mantener las condiciones necesarias para que los individuos accedan a servicios, que en muchos casos o en otros mercados son esquivos o prácticamente imposibles. El acceso a oportunidades de crédito, ahorro, vivienda o educación, entre otros factores, son posibilidades reales y legítimas existentes en las formas de economía solidaria. Sin importar la magnitud o la amplitud de la forma empresarial, las organizaciones del sector solidario o sector social según el país o región de acción, se han venido constituyendo en alternativas para la solución de los problemas sociales de los individuos, promotoras de bienestar, constructoras de ciudadanía y generadoras de prosperidad colectiva. Pero el modelo cooperativo, como se explica en este texto, debe ser comprendido, analizado, desarrollado y sobre todas las cosas, permeado entre los individuos para que su accionar, su gestión, promoción y desarrollo sea eficaz, cumpla con su objetivo y crezca, no solo en términos monetarios, materiales o físicos, sino en el reconocimiento y confianza de quienes lo componen y se benefician de las cooperativas.