Descripción
Este libro presenta una revisión crítica de los enfoques que ha tenido el país en la enseñanza de la lengua (capítulo 1). Plantea que el lenguaje tiene que ser visto como un proceso social de interacción entre alumno y estudiante (capítulo 2). Dicha perspectiva tiene implicaciones tanto en la enseñanza de la lengua como en el discurso pedagógico general (capítulo 3).