Descripción
Lo mismo que un artesano necesita de vez en cuando revisar y limpiar sus herramientas de taller, los traductores de poesía no pueden evitar, cada cierto tiempo, reflexionar y especular sobre su oficio. En este volumen, Natalia Carbajosa recoge impresiones anotadas y publicadas aquí y allá en las que indaga sobre su quehacer, tanto desde la teoría (¿se puede traducir poesía?) como desde lo aprendido en los propios autores que la han acompañado a lo largo de los años. En todas ellas subyace, como leve hilo conductor, la fascinación por las lenguas y por la posibilidad de habitar las palabras de otro, y darles nueva vida.