Descripción
Aborda de manera rigurosa el tema de la evaluación y lo hace con la intención de mejorar la calidad de la enseñanza. De estructura clara, el libro ayuda a la comprensión de cada idea, planteándola desde una vertiente teórica y práctica que afiance los conocimientos previos y refuerce la capacidad profesional de intervención en la escuela, aceptando que «enseñar, aprender y evaluar son en realidad tres procesos inseparables». Las ideas clave planteadas ayudan a responder a preguntas tales como: ¿Por qué pensar que el principal objetivo de la evaluación es mostrar los resultados del aprendizaje y, en cambio, no pensar en ella como la actividad que impulsa dicho aprendizaje y mejora su calidad? ¿Por qué trasmitir a los alumnos la idea de que los errores son «algo malo» que debe ocultarse y, en cambio, no transmitirles que aprender es superar los errores y, por tanto, que es bueno expresarlos? ¿Por qué seguir creyendo que las pruebas con preguntas de respuesta cerrada nos dan una información más objetiva del aprendizaje que las preguntas de respuesta abierta? ¿Por qué no pensar en las pruebas de evaluación externa como buenos instrumentos para orientar nuestro trabajo en el aula y dejar de creer que sólo son instrumentos de control sin ninguna utilidad?(haz clic para ampliar)